Este control implica el seguimiento diario de los avances físicos, la comparación con las metas programadas, la identificación de desviaciones y la propuesta de medidas correctivas para evitar retrasos. En el aspecto del tiempo, se analizan rendimientos, disponibilidad de recursos y cumplimiento de hitos clave, garantizando que las actividades se desarrollen en los plazos previstos y con la eficiencia necesaria.

En cuanto al control de costos, el enfoque se centra en verificar que los recursos financieros se utilicen de acuerdo con lo planificado y que los gastos correspondan efectivamente al progreso real de la obra. Esto incluye la revisión de estimaciones, valuaciones, órdenes de cambio y proyecciones de flujo de efectivo. La información recolectada en sitio permite generar reportes que integran el avance físico, financiero y temporal, facilitando la toma de decisiones estratégicas. En conjunto, el control de tiempo y costos asegura la rentabilidad, sostenibilidad y cumplimiento contractual del proyecto, fortaleciendo la transparencia y la eficiencia en su gestión.