Este proceso implica el análisis del entorno, la identificación de oportunidades y riesgos, la definición de metas a corto, mediano y largo plazo, y la selección de estrategias que permitan alcanzar los resultados deseados de manera eficiente y sostenible. La consultoría en esta área integra aspectos técnicos, financieros, operativos y de gestión, asegurando que las decisiones estén alineadas con la misión, visión y objetivos estratégicos del cliente.

Desde la perspectiva de implementación, la planeación estratégica permite diseñar planes de acción concretos, establecer indicadores de desempeño, asignar recursos y definir responsabilidades, facilitando el seguimiento y control de los avances. Además, proporciona un marco para la toma de decisiones informadas, la priorización de inversiones y la gestión de riesgos, promoviendo la eficiencia y sostenibilidad de los proyectos y operaciones. De esta manera, la definición y planeación estratégica no solo orienta el rumbo del proyecto o la organización, sino que también fortalece la capacidad de adaptación y competitividad frente a cambios del entorno.