Esto incluye la revisión de contratos, permisos, licencias, regulaciones locales e internacionales, y la identificación de riesgos legales que puedan afectar la ejecución o resultados del proyecto.

Además, este servicio implica asesorar en la interpretación de normas legales, coordinar con abogados y autoridades competentes, gestionar el cumplimiento regulatorio durante todo el ciclo del proyecto y aplicar medidas preventivas ante posibles conflictos legales. La gestión legal contribuye a minimizar riesgos jurídicos, proteger los intereses de la organización y asegurar que el proyecto se desarrolle de manera ética, transparente y conforme a la legislación vigente.