Esto incluye la definición de requerimientos, la elaboración de documentos de licitación, la selección de proveedores o contratistas, la negociación de contratos, y el establecimiento de criterios de desempeño y cumplimiento para asegurar que los suministros se entreguen a tiempo, con calidad y dentro del presupuesto.

Implica monitorear y controlar los contratos y adquisiciones durante todo el ciclo del proyecto, gestionar riesgos relacionados con proveedores, resolver disputas, y aplicar procedimientos de seguimiento y auditoría para garantizar transparencia y eficiencia. La gestión de adquisiciones también coordina la comunicación entre el equipo de proyecto y los proveedores, asegurando que los compromisos contractuales se cumplan y contribuyan al éxito global del proyecto.