Esto incluye la revisión y aprobación de diseños, planos y documentos técnicos, la coordinación de las disciplinas involucradas, la validación de soluciones técnicas y la resolución de problemas complejos que puedan surgir durante las fases de diseño, construcción u operación del proyecto.

Es preciso monitorear la calidad técnica de los entregables, asegurar la conformidad con regulaciones y normativas aplicables, gestionar riesgos técnicos y coordinar la integración de las distintas áreas de ingeniería. La gestión técnica permite optimizar la eficiencia operativa, reducir errores y retrabajos, y garantizar que los resultados del proyecto cumplan con los requisitos de funcionalidad, seguridad y desempeño establecidos.