Al hablar de grandes obras públicas —acueductos, trenes o libramientos— lo primero que viene a la mente suele ser su magnitud física. Pero pocas veces se pone en primer plano el trabajo que hay detrás: la coordinación fina, las decisiones clave y los ajustes constantes que hacen posible que un proyecto avance y se complete con éxito.
Desde el caos hasta la entrega: lo que realmente implica gerenciar una gran obra.
Enrique, director de Key Capital, lo sabe bien. “Empezamos como un despacho financiero-jurídico. Pero los proyectos de infraestructura nos llevaron a integrar también la ingeniería.” Hoy, su firma está detrás de algunos de los proyectos más complejos del país.

¿Qué hace una buena gerencia?
“La diferencia está en lograr que las cosas se hagan bien a la primera, en el menor tiempo y con menos recursos.” Esa visión, dice Enrique, es la que distingue a una gerencia efectiva de una simple supervisión.
Cuando la obra ya va mal…
“Muchas veces nos llaman cuando la obra ya va mal. Nuestra tarea es enderezar el rumbo y cumplir.” No se trata solo de ejecutar, sino de corregir, reestructurar y dar dirección estratégica.
Uno de los mayores retos: coordinar a más de 10 actores distintos para llevar agua a la población de Monterrey. El proyecto debía entregarse contrarreloj… y se logró.

El rol de la gerencia
“Una gerencia es una dirección. Toma decisiones clave. Sin ella, incluso los mejores proyectos pueden fracasar.”